Armando Planchart Franklin nació en Caracas el 17 de febrero de 1906. Fue un gran venezolano que supo aprovechar cada oportunidad que le ofreció esta tierra de abundancia.

No nació en cuna de oro, tan solo heredó una ética de trabajo inagotable y, dicen quienes lo conocieron, un envidiable sentido del humor. La vida le sonrió y supo agradecer el favor como promotor del arte y la cultura en su ciudad, siendo el artífice del salón Planchart en la década de 1950.

Su generosidad lo acompañó durante toda su carrera como empresario, y le debemos mucho más que el regalo de la Villa Planchart. Hombres como él construyeron la Caracas que perdura impávida frente a los embates del tiempo, la de la promesa de modernidad y civismo que supo ver Gio Ponti y que ansiamos todos los caraqueños.