Anala y Armando
diciembre 2, 2020

Comencé a soñar con aquella casa blanca y luminosa en el tope de una colina como una historia de amor. Me tomó veinte años visitar la Villa Planchart. En aquella primera visita a la casa, comprendí que la había estado evitando, como quien elude una revelación. Quizás prefería la casa imaginada a través de nuestros encuentros alejados de Caracas, y no quería someter a materializaciones el hogar encantado y encantador de dos enamorados. Un texto de Federico Vegas para La Gran Aldea.

https://lagranaldea.com/2020/11/30/armando-y-anala/