Armando Planchart Franklin: un legado forjado desde el silencio, el trabajo y la generosidad – Parte 6
Azier Calvo
junio 22, 2022

Este ensayo, en doce entregas sucesivas, forma parte del esfuerzo de la Fundación Anala y Armando Planchart por difundir las múltiples dimensiones de Armando Planchart Franklin. Con estas entregas, pretendemos rescatar la historia de uno de los personajes que hizo posible la modernidad de Venezuela y su impacto en la obra arquitectónica de la capital

Compromiso ciudadano, integridad moral y mecenazgo

De la Plaza Las Tres Gracias al Salón Planchart

 

No deja de ser interesante seguirle los pasos a los movimientos que va dando Planchart en la medida que se convierte en un empresario exitoso a partir de 1945, los cuales denotan que poseía una clara visión de lo que podía ser su aporte a la ciudad, a la sociedad y a la cultura en general. El haber sido condecorado en 1946, como ya mencionamos, con la Orden del Libertador por su trabajo en la Exposición Industrial de Venezuela aquel año, es una clara muestra de lo que intentamos decir.

El primero de dichos movimientos está vinculado al espacio que desde 1935, con motivo de dotar de una puerta de entrada a la urbanización Los Chaguaramos (emprendimiento de J. A. Madriz Guerrero & Cía.), terminó convirtiéndose a mediados de los 40 en la Plaza de Bellas Artes, finalmente denominada Plaza de Las Tres Gracias.

Las Tres Gracias Caracas

Las Tres Gracias

Una vez determinada la vialidad de la urbanización y establecido el tamaño del predio en el que se construiría la plaza (un rectángulo de unos 25 metros de ancho por 80 de largo con el eje mayor en sentido sureste-noroeste), Armando Planchart, en su afán por donarle un espacio público a Caracas, le encarga el proyecto al arquitecto y urbanista catalán Josep Mimó i Mena -José Mimó Mena- (Barcelona, 1916-s.n., s.f.), cuyo trazado elaboró con la libertad que le dio el no tener como acompañantes edificios que lo rodearan, dándole la oportunidad de acudir a los referentes que consideró mejor le podían venir a mano para dotarla de identidad propia.

Solo contaría como elemento determinante la incorporación de la escultura en mármol de “Las Tres Gracias”, elaborada por el artista florentino Pietro Ceccarelli (1888-1942) de “circa 1930” (según reza en la base del grupo estatuario), réplica de la obra neoclásica homónima de Antonio Canova (1757-1822). La obra que representa a las diosas, hijas de Zeus, Aglaya (la belleza), Eufrósine (el júbilo) y Talía (la abundancia), de la mitología griega, y que había pertenecido a Gonzalo Gómez (hijo menor del Benemérito), ya Planchart la había adquirido y, por tanto, formó parte de su donación a la ciudad.

Las Tres Gracias de Pietro Ceccarelli

Las Tres Gracias de Pietro Ceccarelli

Quizás valga la pena recordar que Mimó i Mena, de quien no sabemos el momento exacto de su llegada a Caracas, ocupó durante su estadía en nuestro país “importantes puestos en la Comisión Nacional de Urbanismo, Banco Obrero, Ministerio de Obras Públicas y Oficina de Planeamiento Urbano. En la capital (…) colaboró con el urbanista francés Maurice H. Rotival en el planeamiento del Centro Simón Bolívar y en el desarrollo del Plan Urbano de Caracas” [1]. También había sido el jefe del departamento de dibujo del proyecto para la “Reurbanización de El Silencio” tras haber colaborado con Carlos Raúl Villanueva en la realización del concurso para esa obra del que resultó ganador.

Mimó i Mena

Mimó i Mena

Por tanto, cuando Planchart contacta a Minó i Mena ya estaba participando en trabajos relacionados con el desarrollo urbano de Caracas, pero, a la hora de enfrentar el proyecto de la plaza, apunta a unificar principios neoclásicos y románticos con la intención de dotar de carácter al lugar: el clasicismo estaría implícito en la escultura de Ceccarelli que debía cobrar un lugar preponderante en el espacio, y al romanticismo recurre a través del tratamiento, salpicado de rasgos pintorescos, de los jardines que la acompañarían [2].

En términos generales se podría decir que la plaza “está conformada por un espejo de agua de forma orgánica, con curvas libres, bordeado por aceras y jardines con especies arbóreas representadas por el llamado sauce llorón” traídas de la Argentina [3]. Como recordará Hannia Gómez, al igual que ocurre en la escultura de la Fuente de Las Tres Gracias ubicada en la Plaza Real de la natal Barcelona de Minó i Mena, en Caracas la obra se ubica sobre el agua al extremo sur del estanque donde, además, “unas escalinatas suben hasta una plataforma con bancos de cemento, tras la cual se elevaba una hilera de magníficos cipreses provenientes del Cementerio de los Hijos de Dios” [4]. La plataforma estaría cubierta por una pérgola, lográndose a través del conjunto conformado por la escultura, la plataforma, los bancos y la propia pérgola, dotar al extremo sur de mayor definición y jerarquía, otorgándole verdadera significación.

Plaza Las Tres Gracias

Plaza Las Tres Gracias

“Por otra parte, la concepción espacial tridimensional y perspectiva que caracteriza a la plaza tiene claras influencias del Renacimiento italiano, a partir de la reinterpretación del difuminado leonardesco, principios que le permiten establecer una continuidad entre la plaza y el entorno de la ciudad, como si se tratase de una gran representación, de una gran escenografía” [5].

Las Tres Gracias se convertiría en una operación que sería seguida en estricto sentido cronológico por la construcción ya citada de A. Planchart & Cía. Sucr. C.A. en Puente Mohedano, pero en realidad le abrirá las puertas a la construcción del primer edificio que la acompañaría ubicado al oeste, el CARS, al cual también ya nos hemos referido.

Si la sede de A. Planchart & Cía. Sucr. C.A. es la vitrina de los lujosos carros que vendía Planchart, CARS estará dirigido a una comercialización más amplia. Si la Plaza de Las Tres Gracias denotaba un interés altruista por mimar a la ciudad, ese mismo interés se verá reflejado al abrirse el 31 de octubre de 1948 en Puente Mohedano el Primer Salón Planchart, un hito en la historia de los salones privados de arte en el país y que, conjuntamente con el Salón Oficial Anual de Arte Venezolano (1940) y el Salón de Artes Plásticas Arturo Michelena (1943) -ambos promovidos por entes oficiales-, reforzó y estimuló el reconocimiento y difusión de esta actividad. Como claro precedente de ello, no es de menor valor señalar que para la inauguración de su local comercial en El Conde (1947), Planchart organizó una exposición simultánea, de 26 cuadros del pintor Manuel Cabré con quien lo unía una fraternal amistad.

Bueno es apuntar que en el activo año de 1948 también se crea el “Taller Libre de Arte” en el edifico Miranda de la esquina de Mercaderes, con el apoyo de Dirección de Cultura del Ministerio de Educación Nacional, primer centro de exposición y discusión del arte de vanguardia de Venezuela, correspondiéndole a Mateo Manaure realizar la exposición inaugural el 9 de julio. Después en el mismo local se abrirán la Exposición de Pintores Jóvenes (del 3 al 17 de octubre) y la Exposición de José Mimó Mena y el “Grupo Arte Concreto-Invención” de Buenos Aires, considerada “la primera exposición de arte abstracto llevada a cabo en el país” [6].

La creación del Salón Planchart obedeció tanto a la creciente afición del matrimonio Planchart por el arte como por el marcado espíritu filantrópico que caracterizaba a Armando. Así, se puede afirmar que, dentro de los salones privados, el Planchart ocupa un lugar pionero en la apertura de la pintura venezolana hacia la abstracción y también por la oportunidad que les ofreció a las figuras emergentes para mostrarse.

Inauguración Salón Planchart

Inauguración Salón Planchart

Beatriz Sogbe al intentar responder “¿Qué pudo llevar a los esposos Anala y Armando Planchart a fundar un salón de arte, en 1948?” [7] apela a las crónicas de la época para explicar cómo Armando tenía dos amigos consuetudinarios: Antonio Edmundo Monsanto y Manuel Cabré, y que muy probablemente haya sido Monsanto quien le haya inducido a realizar el Primer Salón.

También añade Sogbe como posible complemento al éxito obtenido el que “los premios en metálico de los salones Planchart eran demasiado atractivos para su tiempo. Un primer premio de 5.000 bolívares… Un segundo premio de 2.000 bolívares. Un tercer premio de 1.000 bolívares. Y un premio popular de 1.000 bolívares por votación del público asistente. El cuadro favorecido con el primer premio pasaba a ser propiedad de la firma promotora”, agregando que “esos cuadros actualmente están prácticamente desaparecidos”.

En su primera edición, donde la participación fue sorprendente, el jurado integrado por Ana Luisa Braun de Planchart, Bernardo Monsanto, Armando Lira, Alfredo Boulton y Carlos Eduardo Frías, luego de una selección previa en la que quedaron cincuenta piezas, le otorgó el primer premio a Juan Vicente Fabbiani por la obra “Desnudo con guitarra”, el segundo a Rafael Monasterios y el tercero a Armando Barrios con el cuadro titulado “La Novia”, obteniendo el premio popular Tomás Golding con “Cambures” [8].

"Desnudo con guitarra", Fabiani

«Desnudo con guitarra», Fabbiani

“Sorprende que entre los importantes participantes fueran ignorados por el jurado artistas como Marcos Castillo, Francisco Narváez y Armando Reverón”, expresa Sogbe algo sorprendida, pero por otro lado añade a favor del Salón: “Hay indicios interesantes de aceptación de las nuevas tendencias, ya que en 1956 se le otorgó el tercer premio a Carlos Cruz-Diez, primer reconocimiento que se le otorga a una obra abstracta en Venezuela” [9].

Por aquel entonces Carlos Enrique Figueredo Agreda, cuñado de Armando Planchart, casado con su hermana Ana Teresa, “puso en contacto a Armando Planchart con Armando Reverón y desde ese momento tuvieron una estrecha amistad” [10].

Con una aureola de prestigio bien ganada en virtud de lo exigente y de lo competitivo a la hora de abrirse a experiencias, lenguajes y talentos, se realizaron entre 1948 y 1959 un total de XI Salones Anuales Planchart de Pintura [11] abriendo, como ya dijimos, el camino a los nuevos talentos y a posteriores experiencias [12].

[1] Hannia GÓMEZ, “De muy buena gracia”. En: Suite Iberia. La arquitectura de influencia española en Caracas (catálogo de la exposición realizada en la Sala TAC), Caracas, La Galaxia, 2015, p. 76.
[2] Edgar CRUZ, Monumentos de Caracas. Caracas: Ediciones Fundarte, 2000, p. 77.
[3] Ibídem.
[4] Hannia GÓMEZ, “De muy buena gracia”, op. cit. p. 76. La procedencia de los cipreses se la revelaría Anala Braun de Planchart a Hannia Gómez en entrevista que le hiciera el año 2001 señalada en la nota 109, p. 133.
[5] Edgar CRUZ, op. cit. p. 77.
[6] Katherine CHACÓN, “Cronología del arte venezolano 1941-1950”. En: Oficio de mirar, 27 de mayo de 2016. Ubicable en https://katherinechacon.blogspot.com/2016/05/cronologia-del-arte-venezolano-1941-1950.html.
[7] Beatriz SOGBE, “Una mirada a los salones privados de arte primigenios en Venezuela”. En: Papel Literario, El Nacional domingo 17 de marzo de 2013, ubicable en https://lbarragan.blogspot.com/2013/03/desembovedamientos.html.
[8] Aunque no hemos podido precisar el título de la obra presentada Monasterios, la información correspondiente a Fabbiani la hemos obtenido de FUNDACIÓN BBVA, Catálogo de la exposición “Juan Vicente Fabbiani. Puente a la modernidad”, abril 2014. Ubicable en https://www.fundacionbbvaprovincial.com/wp-content/uploads/2017/12/CatalogoFaBBianiFBBVA.pdf; la de Barrios de https://www.armandobarrios.org/; y la de Golding de http://vereda.ula.ve/wiki_artevenezolano/index.php/Golding,_Tom%C3%A1s. De la página de Barrios se desprende que también participó en el VII Salón (1953) y en el VIII (1955). También se conoce por WIKIPEDIA, “Rafael Monasterios”, ubicable en https://es.wikipedia.org/wiki/Rafael_Monasterios que Monasterios obtuvo el primer premio en el Salón de 1950.
[9] Beatriz SOGBE, “Una mirada a los salones…”, op. cit.
[10] Carlos Armando FIGUEREDO PLANCHART, “Conversación”, op. cit.
[11] Los galardonados en el X (y penúltimo) Salón Planchart fueron: Primer Premio: Luisa Palacios; Segundo Premio: Marcos Miliani; Tercer Premio: Milos Jonic; Cuarto Premio: Luis Alfredo López Méndez. Ubicable en https://katherinechacon.blogspot.com/2016/07/cronologia-del-arte-venezolano-1958-1960.html
[12] En 1954, se generan dos eventos alternativos en el occidente venezolano: el Salón Julio T. Arze, en Barquisimeto y el Salón D ‘Empaire, en Maracaibo. En el mes de enero de 1997, Oscar D’Empaire expresó que el Salón D’Empaire fue organizado tomando como modelo al Salón Planchart. con cuyos promotores entró en conversaciones para recibir asesoría. Beatriz SOGBE, “Una mirada a los salones…”, op. cit.